"Yo vivo perfectamente siendo homosexual en una Iglesia", dice Manuel, un joven de 23 años que pertenece a cuatro de las decenas de cofradías católicas que organizan procesiones en Sevilla cada Semana Santa.
Pero a pesar de esa afirmación, Manuel aceptó hablar con BBC Mundo con un nombre ficticio y a condición de no ser identificado ya que teme que hablar de su orientación sexual públicamente puede llegar a perjudicar a las hermandades de las que es miembro.
En una de las celebraciones más emblemáticas de esta ciudad del sur de España, la comunidad LGTB participa activamente en ella.
La Iglesia le dijo a BBC Mundo que no tiene una norma específica que prohíba a miembros del colectivo LGTB pertenecer a hermandades. Pero que sí exige a quienes quieran formar parte de la Junta de Gobierno que tengan un "comportamiento ejemplar".
Muchas personas LGTB están bien integradas en las cofradías, pero conseguir que alguien hable de esto en la prensa es una línea que prefieren no cruzar por temor a ser rechazados en sus hermandades.
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